En estas épocas en las que vamos todos un poco agobiados no va mal un poco de humor. Estas son algunas de las características que todos mostramos en algún momento. - Hablar solos y mirar apuntes sin mover los ojos en un proceso osmótico por el cual crean diapositivas de los apuntes en sus cerebros. Un error común en estas situaciones es preguntar “¿Qué haces?” ya que no es el momento adecuado para la retórica ni para las típicas frases absurdas de padres como “¿Ya estas aquí?” cuando alguien acaba de entrar por la puerta. - Las veces que visitan el retrete en una hora es notablemente superior al de 1/24. Este es un efecto típico de los exámenes en los estudiantes. - La comunicación no es posible. Balbucean, gruñen y lanzan cosas. Incluso cosas afiladas con intención de herir mortalmente. Es normal y saludable cuando alguien está intentando mantener la concentración sobre algo importante y otros intentan desviar su atención con asuntos infames e irrelevantes como la lista de la compra.