Para Félix García Morillón, profesor honorario en la Universidad Autónoma de Madrid, estamos en un proceso de nuevas tecnologías, pero 'la empresa educativa como tecnología de la formación de las personas sigue siendo la misma que cuando empezó. Sigue siendo una institución encargada de disciplinar a la gente para que se convierta en buenos ciudadanos'.
'En la docencia hay una especie de obsesión por las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), y se habla de ellas como nuevo mantra educativo gracias al cual van a ser resueltos todos los problemas. Yo creo que se trata de una nueva moda que va a permitir unas cosas sí y otras no'. A su juicio, los desarrollos técnicos 'no son ni buenos ni malos, no son neutrales y están al servicio de determinados intereses'.
Pese a la aplicación de las nueva tecnologías o de la reducción de la ciencia a tecnología, a ciencia aplicada, el núcleo básico de la educación no se ha modificado. 'La educación sigue siendo la relación entre personas' y, en ese sentido, las tecnologías pueden ayudar o no, 'pero no han cambiado el núcleo'.
En el siglo XXI, la educación, como todo, ha evolucionado y también se han creado a su alrededor 'leyendas urbanas muy negativas'. Otra leyenda urbana es que los profesores estamos siempre amenazados por alumnos rebeldes. Cualquiera que recuerde su adolescencia sabrá que los adolescentes, desde Aristóteles, han sido un segmento de la población bastante peculiar.
Y tanto a ellos como a todos los escolares, se les educa en valores. Eso es algo que se ha hecho siempre, lo que hoy se discute es 'cómo hacerlo'. En las aulas siempre se ha enseñado 'a ser puntual, a obedecer a los mayores... Desde hace dos décadas, lo que hacemos es ser más conscientes de los valores que transmitimos, los revisamos y procuramos que sean más acordes con las sociedades actuales. Por ejemplo: alumnos más capaces de pensar por si mismos y de tener más libertad de expresión. Eso, en la escuela que yo me eduqué, ni se intentaba'.
Actualmente el esfuerzo pasa por plantear valores más acordes 'con una sociedad que quiere ser democrática y, en ese sentido, creo que es una reflexión sana que se debe de hacer'.
Fuente: Diario del Alto Aragón
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